Todas mis telas nacen de largos paseos por la isla observando, escogiendo y recolectando hojas y flores para teñir y estampar de la forma más natural posible, trasladando las texturas de la naturaleza a la tela, combinando pigmentos y taninos vegetales con creatividad y experimentación artística, conjugando diseño, arte y ecología. Encontrando la alquimia perfecta entre calidad, sostenibilidad y estética.

Cuando los tintes y los tejidos sintéticos son la segunda industria más contaminante, donde lo rápido y económico es lo que importa, me planteo en cada paso de mi trabajo cual es la huella que estoy dejando en esta isla, en este planeta. Ofreciendo con estas piezas un homenaje a la vida y a nuestra tierra.

Piezas únicas que pueden ser definidas como arte vivo para llevar, para vivir, para respirar, para sentirte en integración con la naturaleza de la isla, y de cualquier otro lugar.